• Acerca de

Desesperación y Risa

~ el blog de Salvador Perpiñá

Desesperación y Risa

Archivos mensuales: diciembre 2021

Rebeldía y aceptación

22 miércoles Dic 2021

Posted by Salvador Perpiñá in Observaciones

≈ Deja un comentario

El adolescente desprecia al niño que fue. Al dar sus primeros pasos libre de tutela se enfrenta por igual a las figuras de autoridad, que le ponen límites, y a la dureza de un mundo en el que debe valerse por sí mismo.

Angustia y entusiasmo. Armado con un insuficiente conocimiento sobre los mecanismos de la realidad y una personalidad en construcción, se arroja a la intemperie más allá del círculo estrecho que le era familiar. Los padres, reyes benévolos, devienen figuras tiránicas y vagamente ridículas, indignas de su confianza y busca refugio y aceptación en sus iguales. El deseo comienza a morder su carne y le revela insólitas perspectivas de alegría y desespero, de afirmación e inseguridad.

Necesita forjarse un gusto y desprecia lo recibido, lo convencional. Le gusta lo nuevo, lo raro, lo oscuro, lo agresivo. En ocasiones la mera fealdad. Afirma su autonomía rechazando la vulgaridad del criterio común: las viejas leyes, los finales felices, la Navidad, las canciones sentimentales. Compartir la felicidad colectiva es una imperdonable debilidad.

Si, como parece, su rebeldía son las convulsiones de una metamorfosis, cabría preguntarse por qué la imagen de jóvenes en las grandes movilizaciones políticas prestigia cualquier movimiento. ¿Por qué la rebeldía juvenil es significativa, por qué vende? Porque envidiamos su limpia vitalidad, la gracia perdida ya para nosotros, su capacidad de entrega no contaminada por las mezquindades y rendiciones de la vida adulta; esa generosidad que es el desinterés del que nada tiene que perder porque nada tiene aún. Presa fácil de proyectos de ingeniería social, las tiranías han hecho buen uso de su combativa, irreflexiva inocencia. La juventud ha sido siempre carne de cañón.

Muchos prolongan toda su vida la pulsión destructiva adolescente, su pura negatividad. La aceptación del mundo sería para ellos una vergonzosa claudicación. Pero, así como hay una rebeldía que no nace del resentimiento, sino de una orgullosa afirmación de lo humano frente a la injusticia, hay un aceptar que no es conformidad, es celebración.

No conviene dar por descontado lo real. Lo real es extraño, lo material problemático, un caos organizándose sin descanso en busca de nuevas formas Tú y yo somos un enjambre de partículas subatómicas, estamos hechos de furia, vacío y tiempo. En las mismas páginas de un periódico donde te asalta la última mezquindad de quienes se disputan el poder, puedes encontrar ―escondido entre el agotador registro de lo banal― que «el mero espacio, el vacío, es el escenario donde todo ocurre; pero a escalas trillones y trillones de veces más pequeñas que las del átomo, puede tener una rica textura (…) cada “punto” en el espacio corriente podría, visto con ese aumento, revelarse como un origami firmemente plegado en diversas dimensiones extra». ¿Cómo no estremecerse?, ¿cómo no venerar?

Visto así, cada instante de nuestros días es un prodigio. Honrémoslo. Abunda lo bello, lo bueno y lo justo, la luz cunde y puede colmarnos en los lugares más inesperados. Aceptar es no perder esa capacidad de asombrarnos, no rendirse ante la conciencia de nuestra fragilidad y nuestra finitud, ser capaz de la curiosidad y de la risa, amar lo dado, perdonar. Perseverar en ello, frente a la adversidad y la vileza.

Wols

Recuerda

08 miércoles Dic 2021

Posted by Salvador Perpiñá in Examen de conciencia

≈ Deja un comentario

Habitamos la casa del lenguaje, sí, pero una casa ocupada por los recuerdos, un intento de la materia por detener siquiera un instante ese permanente fluir sin descanso al que parecemos abocados. La fantástica máquina de sangre, fluidos y carne donde radica nuestro ser y nuestras emociones está capacitada para almacenar lo acontecido.

Amamos nuestros recuerdos. Incluso el niño, deslumbrado por la luz del presente, por las grandes felicidades de aquello que comienza, ama como un tesoro sus escasos, recientísimos, tiernos recuerdos en la frontera misma de cuando nada era.

A caballo entre lo real y lo imaginado, condición necesaria de posibilidad de todo conocimiento y todo arte, la asombrosa intuición del mito hace a Mnemosyne hija de Gea (la Tierra) y Urano (el Cielo), y madre de las Musas.

Probable evolución de automatismos necesarios para la supervivencia, los animales carecen de recuerdos. Quizás ese vivir en la pureza del instante, no manchado por la idea del devenir y la muerte sea una bendición.

El recuerdo alcanza admirables grados de detalle, aunque comparte con el sueño su frágil volatilidad. Los recuerdos son también una construcción de la voluntad, un relato. Nos engañamos, constantemente, construimos un pasado donde nos absolvemos, santificamos los escenarios triviales donde dejamos pasar el tiempo y las mismas horas de tedio. Los de nuestra generación nos hemos creado una infancia de leyenda, un lugar de poesía y misterio, con un puñado de amarillentas fotos en blanco y negro; me pregunto cómo recordarán su niñez los hijos del milenio, en que cada instante es registrado con la máxima definición.

Se acerca el invierno, estación propicia a encender los fuegos del recuerdo, engolfarse en la nostalgia, vicio de viejos. Es tan fácil entregarse a su fácil seducción. Pero esa tenue estela que nos acompaña ya no nos basta. Cometí errores y locuras, hice daño a quienes quería porque deseaba tener recuerdos y ahora qué pálidos simulacros se me antojan, qué tristeza de fantasmas, cómo arrojaría por la borda todas esas inexistencias por vivir de nuevo un solo instante de aquello que me colmó.

Después de irme de aquí, todavía seré un recuerdo en la memoria de alguien, que también se apagará y entonces desapareceré del todo. Quien será el ser humano en que por última vez llevaré esa existencia vicaria es una pregunta que me hago a veces, llevado por una melancólica vanidad. No descarto que pueda ser un enemigo, al tiempo le complace la ironía.

Yves Tanguy

Follow Desesperación y Risa on WordPress.com

Archivos

  • marzo 2023 (2)
  • febrero 2023 (1)
  • enero 2023 (4)
  • diciembre 2022 (4)
  • noviembre 2022 (2)
  • septiembre 2022 (2)
  • agosto 2022 (2)
  • julio 2022 (1)
  • junio 2022 (2)
  • mayo 2022 (1)
  • abril 2022 (3)
  • marzo 2022 (1)
  • febrero 2022 (1)
  • enero 2022 (1)
  • diciembre 2021 (2)
  • noviembre 2021 (1)
  • octubre 2021 (2)
  • septiembre 2021 (3)
  • agosto 2021 (2)
  • julio 2021 (4)
  • junio 2021 (4)
  • mayo 2021 (4)
  • abril 2021 (3)
  • marzo 2021 (2)
  • enero 2021 (1)
  • diciembre 2020 (4)
  • noviembre 2020 (4)
  • octubre 2020 (2)
  • septiembre 2020 (3)
  • agosto 2020 (2)
  • julio 2020 (2)
  • junio 2020 (5)
  • mayo 2020 (3)
  • abril 2020 (3)
  • marzo 2020 (6)
  • febrero 2020 (3)
  • enero 2020 (3)
  • diciembre 2019 (5)
  • noviembre 2019 (4)
  • octubre 2019 (4)
  • septiembre 2019 (4)
  • agosto 2019 (3)
  • julio 2019 (5)
  • junio 2019 (4)
  • mayo 2019 (2)
  • abril 2019 (3)
  • marzo 2019 (5)
  • febrero 2019 (4)
  • enero 2019 (4)
  • diciembre 2018 (4)
  • noviembre 2018 (4)
  • octubre 2018 (5)
  • septiembre 2018 (2)
  • agosto 2018 (3)
  • julio 2018 (2)
  • junio 2018 (1)
  • mayo 2018 (3)
  • abril 2018 (1)
  • marzo 2018 (3)
  • febrero 2018 (4)
  • diciembre 2017 (3)
  • noviembre 2017 (1)
  • octubre 2017 (2)
  • septiembre 2017 (2)
  • agosto 2017 (1)
  • julio 2017 (4)
  • junio 2017 (1)
  • mayo 2017 (2)
  • abril 2017 (1)
  • marzo 2017 (1)
  • febrero 2017 (2)
  • enero 2017 (2)
  • diciembre 2016 (4)
  • noviembre 2016 (2)
  • octubre 2016 (2)
  • septiembre 2016 (4)
  • agosto 2016 (2)
  • julio 2016 (2)
  • junio 2016 (4)
  • mayo 2016 (5)
  • abril 2016 (4)
  • marzo 2016 (4)
  • febrero 2016 (4)
  • enero 2016 (2)
  • diciembre 2015 (4)
  • noviembre 2015 (3)
  • octubre 2015 (2)
  • septiembre 2015 (4)
  • agosto 2015 (4)
  • julio 2015 (4)
  • junio 2015 (5)
  • mayo 2015 (4)
  • abril 2015 (4)
  • marzo 2015 (5)
  • febrero 2015 (5)
  • enero 2015 (6)
  • diciembre 2014 (6)
  • noviembre 2014 (6)
  • octubre 2014 (3)
  • septiembre 2014 (9)
  • agosto 2014 (9)
  • julio 2014 (11)
  • junio 2014 (5)

Categorías

  • Arte (3)
  • Aventuras de un señor de mediana edad (9)
  • Cine (13)
  • Desde la colina blanca (7)
  • Este blog (7)
  • Examen de conciencia (52)
  • Historias (11)
  • Libros (6)
  • Lugares (17)
  • música (8)
  • Mi oficio (2)
  • Observaciones (158)
  • Oficios (7)
  • política (28)
  • Retratos (17)
  • Sin categoría (4)

Prácticas de Tiro

Contradiós

Blogs que sigo

  • W
  • Los trabajos
  • Capricho Cinéfilo.
  • Carmen Pinedo Herrero
  • El paseante invisible
  • Pregúntale al Perro
  • Classics Today

Blog de WordPress.com.

W

naipes, informes

Los trabajos

I will yes

Capricho Cinéfilo.

Blog de Fernando Usón Forniés sobre análisis cinematográfico.

Carmen Pinedo Herrero

el blog de Salvador Perpiñá

El paseante invisible

el blog de Salvador Perpiñá

Pregúntale al Perro

Classics Today

el blog de Salvador Perpiñá

Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Seguir Siguiendo
    • Desesperación y Risa
    • Únete a 154 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • Desesperación y Risa
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...